Lía es una Jack Terrier jovencita, con poco más de un año, a la que
hemos ...encontrado en los descampados cercanos al barrio de Buenos Aires.
Apenas nos costó rescatarla porque apenas se tenía en pie y presentaba
una especie de estado de shock. Lía presentaba múltiples heridas por
todo el cuerpo, como si la piel hubiera sido arrancada o se hubiera
enganchado al intentar escaparse de algún sitio. Pero lo que más nos
extrañó al tenerla en nuestros brazos eran los bultos que presentaba
bajo la piel sobre todo en la zona posterior. Al llevarla al veterinario
pudimos saber que los misteriosos bultos no eran sino perdigones que la
perrita tenía alojados en su interior y que alguna de sus heridas
correspondían también a perdigonazos que no habían penetrado en la
carne. Lía pasó los primeros días metida en su cesta y sin mirarnos a
los ojos, inmersa en su mundo de terror, pero como el cariño hace
milagros, Lía ha podido cicatrizar sólo las heridas del cuerpo y olvidar
su triste pasado. Quién adopte a Lía tendrá a su lado una amiga
cariñosa, juguetona, alegre, obediente y agradecida por haberle devuelto
una vida y ofrecerle un futuro lleno de momentos felices. Puedes
conocerla en el refugio de la Protectora de Animales de Salamanca.
Éste precioso cachorrito se llama OCHO porque fué la cantidad que tuvimos que pagar por él para que su dueño nos lo entregara. Ocho había vivido la mitad de su vida atado a una farola. Su dueño era un indigente, cuyo estado normal era el de embriaguez mientras que su perrito no dejaba de llorar y gritar cuando alguien se acercaba, del miedo que tenía a los humanos. Tras la llamada de un vecino una colaboradora nuestra se acercó y al pedirle explicaciones al dueño, éste le dijo que se lo vendía muy gustosamente porque no hacía más que llorar. El precio fué unos cartones de vino, tabaco y dos latas de sardinas, en total ocho euros. Ocho llegó aterrado al refugio, gritaba de miedo al intentar quitarle la cuerda del cuello, pero tardó poquito en darse cuenta del pequeño paraíso al que había llegado, con manos que acarician, comida rica y una amiga muy especial con la que jugar durante todo el día, su amiga LUCY. Ocho es un perrito precioso, muy inteligente y deseoso de cariño. Pesa poco más de 4 kilos y no crecerá mucho más, asique será perfecto para todo aquél que quiera un perrito no muy grande. "OCHO"es su nombre pero infinitos los momentos felices a compartir con él. Está esperando en el refugio de la Protectora de Animales."
