Éste precioso cachorrito se llama OCHO porque fué la cantidad que tuvimos que pagar por él para que su dueño nos lo entregara. Ocho había vivido la mitad de su vida atado a una farola. Su dueño era un indigente, cuyo estado normal era el de embriaguez mientras que su perrito no dejaba de llorar y gritar cuando alguien se acercaba, del miedo que tenía a los humanos. Tras la llamada de un vecino una colaboradora nuestra se acercó y al pedirle explicaciones al dueño, éste le dijo que se lo vendía muy gustosamente porque no hacía más que llorar. El precio fué unos cartones de vino, tabaco y dos latas de sardinas, en total ocho euros. Ocho llegó aterrado al refugio, gritaba de miedo al intentar quitarle la cuerda del cuello, pero tardó poquito en darse cuenta del pequeño paraíso al que había llegado, con manos que acarician, comida rica y una amiga muy especial con la que jugar durante todo el día, su amiga LUCY. Ocho es un perrito precioso, muy inteligente y deseoso de cariño. Pesa poco más de 4 kilos y no crecerá mucho más, asique será perfecto para todo aquél que quiera un perrito no muy grande. "OCHO"es su nombre pero infinitos los momentos felices a compartir con él. Está esperando en el refugio de la Protectora de Animales."protectora_salmantina@hotmail.com
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